Es una extensa superficie cultivada en su mayoría por cereal y flanqueada por laderas cubiertas por coscojares, romerales y ontinares. Con una tasa de erosión muy pequeña, es una meseta aislada, con caídas hacia el vedado de Eguarás y la Bardena Alta, y que se levanta hasta 100 metros sobre los terrenos colindantes.
Es el área más desértica. En su interior predominan las margas limosas, que han originado un relieve formado por extensas zonas llanas, barrancos laberínticos y rellenos de fondo de valle, de los que sobresalen los cabezos (promontorios aislados). La abundancia de sales y yesos en el sustrato geológico y la aridez del clima motivan la presencia de fases salinas en muchos de los suelos presentes en la Bardena Blanca, dándole su característico color blanquecino.
Se caracteriza por su relieve formado por mesetas de distintas alturas y está surcada por una densa red de barrancos con fondos estrechos. En su paisaje destacan los campos de cultivos ceralistas, que ocupan las zonas llanas, y los coscojares y pinares que bordean los llanos. Es la zona con mayor cobertura vegetal de las Bardenas, que se manifiesta en forma de bosque mediterráneo.